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Palos de la Frontera. Historia y verdad.

Historia de Palos de la Frontera

OrĂ­genes palermos.

Es conocido que por la zona del Tinto-Odiel encontramos vestigios de muchas y diversas civilizaciones. Encontramos en la zona indicios de poblamiento ininterrumpido desde el paleolítico superior, además de múltiples leyendas, mezcladas con realidad histórica, que nos hablan de la estancia de las civilizaciones fenicias, filisteas (en Mazagón), tartésicas, romanas, visigodas y musulmanas. No faltando incluso quien supone la fundación de Palos mucho más atrás en el tiempo, atribuyéndosela a Tubal, cuarto nieto de Noé.

Según el poeta romano Rufo Festo Avieno, el río Tinto –el Urium de los romanos– sería el verdadero Íberus, que da nombre a la península y no el de los vascones:

Iberus inde manat amnis et locos
Foecundat unda ;
plurimi ex ipso serunt,
dictos Hibero; non ab illo stumine
quod inquietos Vascones praelabitur


Tiene allí el Íbero la fuente
Y con sus ondas fecundiza el suelo;
Muchos afirman que de el,
No del otro que en Vasconia nace
Íberia toma su nombre.

El cerro donde está emplazada La Rábida, también está rodeada de las múltiples leyendas y fábulas que la tradición le ha otorgado a la zona. Autores clásicos identifican La Rábida con el “Rus Baal” fenicio, o con el mítico Palus Etrephea –Laguna Etrefea– (la mayoria ven en "Palus" = "Laguna" el origen etimológico de Palos), antes llamado Cabezo del Infierno, un templo dedicado a Proserpina, diosa de la rabia, que luego sería cristianizado por Ciriaco, sacerdote de Sevilla, que consagraría el templo al culto del verdadero Dios, dedicándolo a María Virgen, Madre de Jesús. Mas tarde pasaría a dominación árabe con el nombre de Rabhita, que significaría templo o morabito despoblado, ermita donde moran hombres retirados del mundo dedicados a obras religiosas, y algún que otro significado más.

Palos fenicio, tartésico, romano, visigótico o musulmán, ciertamente vemos como los orígenes palermos están rodeados de historias míticas, no faltos de ciertos datos algunos de ellos, pero que se cofunden fácilmente con leyendas y fábulas.
Lo cierto es que Palos sería una alquería de Niebla hasta el 1322, fecha en la que nace a la historia, documentalmente hablando. Y es la «confirmación de Alfonso XI, a D. Alfonso Carro y a Berenguela Gómez su mujer de la merced de la casa de Palos. Fecha en Valladolid, 7 de marzo, 1322.»

De esta forma se separa de lo que había sido el reino almohade de Niebla, al que seguió perteneciendo aún después de su conquista a mediados del siglo XIII. Palos era por estas fechas, como se cree que fue en toda su anterior historia, un núcleo de población muy pequeño que subsistía de la pesca litoral, aprovechando las cualidades que, como puerto interior, al abrigo del viento y los ataques piráticos, ofrecía el río Tinto.
Aquella primera casa, la vemos convertirse en “lugar” o en casi “villa”, fortificada y con castillos sobre el Tinto, porque con la misión de la defensa contra cualquier invasión, la han recibido sus señores.

Por último, Álvar Pérez de Guzmán, cuando tenia tan sólo catorce años, recibe de Juan I de Castilla, en 1379 la villa de Palos. Es a Alvar Pérez de Guzmán al que se le podría considerar padre-fundador de la villa palerma, puesto que consigue de los monarcas eximir de impuestos a las primeras 50 familias que se instalan en Palos para repoblarla.

 

 

Bibliografía y enlaces consultados:

ORTEGA, fray Ángel. La Rabida. Historia documental crítica. 4 vols. Sevilla, 1925

IZQUIERDO LABRADO, Julio: Palos de la Frontera en el Antiguo Régimen (1380-1830). Huelva: Instituto de Cooperación Iberoamericana / Ayuntamiento de Palos de la Frontera, 1987.

http://es.wikipedia.org/wiki/Palos_de_la_Frontera

http://es.geocities.com/julioil/